· Postura:
La postura viene condicionada por el resultado del correcto uso del cuerpo, siendo esta agradable existirán más posibilidades de ser eficiente.
"Para la emisión de una voz fisiológicamente correcta, el cuerpo debe mantener una buena verticalidad"1; como añade Tulon i Arfelis (2005): "la relación que existe entre los músculos de la cabeza, cuello, hombros y tórax y la producción de la voz hace que sea interesante que nos detengamos a considerar nuestra postura corporal" (p.75). Teniendo en cuenta además, que tal y como aportan Rowson (2013): "la laringe forma parte del cuerpo, no de la cabeza" (p.270).
· Tensión laríngea:
Toda la tensión se acumula en las zonas relacionadas con la fonación como son cuello, hombros, mandíbula...; la tensión, es uno de los síntomas más comunes en pacientes con disfonía; la tensión laríngea en sí, hace aumentar la tensión muscular, además de aumentar la presión subglótica y la constricción laríngea prefonatoria (Jackson-Menaldi, 2002).
Esta, puede estar provocada por ataques glóticos duros, patrón respiratorio alto, excesiva rigidez de la laringe. Pero, sin embargo, no se verá únicamente comprometido el sonido por el hecho de que la tensión, como añade Rowson (2013): “puede impedir el movimiento libre de la laringe, sino también porque interfiere con la función eficaz del filtro o resonadores” (p.271).
· Sueño:
Para presentar una fonación correcta es necesario respetar las horas de sueño pertinentes por el contrario, o si las realizadas no son de calidad, la voz no será correcta: reafirmándose con la aportación de Perelló y cols. (1981): "el dormir poco, el insomnio y el sueño agitado repercuten desfavorablemente sobre la voz" (p.295).
Se podría llevar a cabo una comparación entre el sueño como reposo con efecto corporal y mental; y el reposo vocal parcial con efecto en la musculatura relacionada con la función fonatoria. Añadiendo también la relajación como reposo total en conjunto, teniendo en cuenta que, tanto el cuerpo como el cerebro requieren un ‘periodo de recuperación’ ya que por lo contario, la voz requeriría mayor esfuerzo, provocando tensión muscular, obteniendo menor rendimiento (Tulon i Arfelis, 2005).
· Relajación
La relajación permite compensar desequilibrios del ritmo de vida de la actualidad y dar tregua al cuerpo. Para conseguir que esta sea completa es necesario detener la actividad física y disminuir como sea posible la mental.
Existen diferentes métodos de relajación con sus correspondientes objetivos finales, en los cuales principalmente interesa hacer más fácil el acto fonatorio a través la relajación, ya sea de la zona concreta o del cuerpo por completo (ej. técnica Alexander)1.
La relajación de los músculos implicados en la fonación (sobre todo cuello y maxilar inferior) es imprescindible; la fonación no será fisiológicamente correcta si existe algún tipo de tensión muscular. En conclusión, como aporta Tulon i Arfelis (2005): “el reposo es tan importante como la actividad y es de desear que entre ambos exista un equilibrio" (p61).
Jackson-Menaldi, C. (2002). La voz patológica. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana.
Perelló, J., Caballé, M., Guitart, E. (1981). Canto-dicción. Foniatría estética. Barcelona: Editorial científico-médica.
Rowson, H. (2013) Reeducación de la voz profesional del cantante/actor. El papel del “entrenador” vocal (vocal coach). En: Bustos Sánchez. Intervención en trastornos de la voz (p. 265-290). Barcelona: editorial Paidotribo.
Tulon i Arfelis, C. (2005). Cantar y hablar. Badalona: Editorial Paidotribo