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Higiene vocal ¿Qué es?



Partiendo de la aportación de Tulon i Arfelis (2006): “la voz puede ser frágil si no se la trata bien. La voz tiene límites” (p.59); se propone pues como se ha citado la prevención de los problemas vocales, a través de un programa de higiene vocal que facilite el conocimiento sobre el cuidado y uso adecuado de la voz.

Todos los programas de higiene vocal, independientemente del autor que lo propone, poseen un objetivo principal común, que reside en, como afirman Ruotsalainen et al. (2010): “restaurar la mejor voz posible, una voz que será funcional para fines de empleo y la comunicación en general" (p.3); sin embargo, dependiendo de las necesidades de la persona el enfoque de dicho programa será diferente, pues, como añade Jackson-Menaldi (2002): “la higiene vocal puede constituir el programa de rehabilitación de un paciente o ser parte de él” (p. 304).

La adquisición del programa de higiene vocal será la base, pretendiéndose esta en la intervención y considerándose que, tal y como aporta Svicetti (2000): “es en sí un aprendizaje y como todo aprendizaje debe pasar por diferentes etapas; desde la concientización de una técnica fonatoria hasta llegar a su empleo de forma inconsciente y automática” (p.2); siendo llevada la adquisición a cabo mediante la modificación de, como afirma Jackson-Menaldi (2002): “diversas conductas relacionadas con la higiene vocal” (p.247). Estas, pues, serán modificadas a través de la automatización de las conductas y hábitos contemplados como no perjudiciales, o compensatorios, en el programa, como medida preventiva ante alteraciones vocales (sin lesión), teniendo en cuenta que, dichos programas como resultado final, como aportan Ruotsalainen et al. (2010): “pueden ayudar en la preservación y mejora de la voz” (p.3).

De forma más específica, un programa de higiene vocal pues, está compuesto por una serie de consejos, recomendaciones, que, tal y como aporta Sauca i Balart (2000) “en conjunto, facilitan la prevención de los problemas de la voz y ayudan al mantenimiento de una voz sana” (p.1), evitando la irritación y desgaste innecesario de las cuerdas vocales, teniendo en cuenta que un rendimiento pleno del aparato fonatorio, no requiere excesivos esfuerzos. En sí, estos programas, como añaden Przysiezny et al. (2015): “incluyen la adopción de medidas de protección y prevención para la salud vocal, los cuales deben cumplir con las especificidades de los diferentes entornos de trabajo” (p. 206).



Jackson-Menaldi, C. (2002). La voz patológica. Buenos Aires: Editorial Médica

Panamericana.

Przysiezny, P.E., Tironi Sanson Przysiezny, L. (2015) Work-related voice disorder. Brazilian Journal of Otothinolarungology, vol. 81, nº 2, 202-211.

Ruotsalainen, J.H., Sellman, J., Lehto, L., Isolato, L.K. & Verbeek, J.H. (2010) Interventions

Sauca i Balart, A. (2000) Higiene vocal. Recuperado el 16 de abril de 2015 de:

Scivetti, A.R. (2000) Estrategias terapéuticas en la reeducación de la voz. Recuperado el 12 de marzo de 2015 de http://zona-subscriptor.logopediamail.net/file.php/5/Hemeroteca_Etapa_1/N23a_-_AnaRosaScivetti_-_Estrategias_terapeuticas_en_la_reeducacion_de_la_voz_2000_.pdf

Scivetti, A.R. (2000) La voz adecuada e inadecuada. Recuperado el 4 de junio de 2015 de

Tulon i Arfelis, C. (2006). La voz. Técnica vocal para la rehabilitación de la voz en las

disfonías funcionales. Badalona: Editorial Paidotribo

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